cosas de la vida
Por alguna extraña conjunción del cosmos me he transformado en una especie de "paño de lágrimas" de la gente que me rodea.
Pese a ser muy joven, la vida me ha dado golpes fuertes, y además me ha rodeado de personas que en su mayoría me sobrepasan en edad. De ellas he tratado de ir aprendiendo, de rescatar de sus experiencias lecciones, y de aplicarlas en aquellos momentos en que uno ya no sabe que más hacer.
La historia que voy a contarles hoy tiene relación con la persona que me acompaña en la foto.
Ella es Paola, y está viuda hace exactamente un año. Su marido falleció a los 36 años, de un ataque cardíaco fulminante. Alcanzaron a estar juntos 8 años, en los cuales ella me dice, fue la mujer más feliz de la vida. Nos conocimos en marzo del año pasado en la universidad, y trabajamos como dupla todo el año en las distintas asignaturas, para terminar junto a otras dos chicas en convertirnos en amigas, con las que incluso compartiremos el verano.
Un año no es mucho tiempo, pero sin duda ha cambiado radicalmente mi forma de ver las cosas. Con ella al lado tomé conciencia de que lo único que no tiene solución es la muerte, todo, absolutamente todo lo demás puede superarse, asimilarse y enfrentarse para encontrar soluciones.
La escuché todo el año decirme "déjate de tontear Pauli, anda a meter la cabeza al W.C. y vuelves" pese a que como podrán notar su forma no es de las más cariñosas para tratarme, sin duda alguna me ha hecho madurar muchísimo, comprender que la vida es aquí y ahora, y que lo único a lo que hay que dedicarse es a ser feliz, pues como dice mi sabia madre "cuando salimos en la mañana de la casa, no tenemos idea si volvemos".
A Paola le agradezco enormemente por darme una lección que me hacía falta. " Se feliz".
Ese es justo el mensaje que quiero transmitirle alos cercanos que no lo están pasando muy bien, sean felices, no es nada tan difícil, es uno mismo el que tiene las herramientas necesarias para conseguirlo.
Disfruten del verano =)